De una decena de encuentros en directo con la música de Joana Serrat ésta es la segunda de la gira de presentación del fabuloso «Hardcore from the heart”. ¿redundante? Todo lo contrario. El cambio de formato de banda respecto a 2021 es de lo más interesante. Si entonces la propuesta fue más directa y rockera con ésta predominaron los matices y las emociones. Asistir a un concierto de Joana es sinónimo de apuesta ganadora.
Con sus dos hermanos, el siempre elegante Toni Serrat a la batería y la creadora de paisajes Carla a los teclados Serrat repasó gran parte de su última obra, rescató clásicos pasados y nos ofreció dos delicatessen del nuevo álbum que saldrá al mercado el próximo año. Un grupo super cohesionado liderado por la cálida voz de la cantautora de Vic y por la reverb de su guitarra acústica, auténtica marca de la casa.
Sonaron «Under this bridge», la favorita del público «Cremo per dins» (adaptación al catalán del clasicazo de Springsteen «I’m on fire») y la seminal «Farewell» de la época junto a Israel Nash, un determinante punto de inflexión de su carrera. También tuvo tiempo de quedarse sola y atacar sin miedo piezas como «Running wild» o «Wild beast”: la desnudez instrumental propulsó el lirismo de la minimalista propuesta.
La épica «Demons» y la majestuosa «Take me back where I belong» fueron el perfecto contrapunto de la presentación de dos canciones del nuevo LP, «Big lagoons» y una «Sufferer» con ecos de los mejores crescendos de Fleetwood Mac. Hablando con Joana al final del concierto me comentó con sencillez y seguridad que su próximo disco será el mejor de su carrera.
El listón está muy alto pero el mapa sonoro de las nuevas canciones y la certeza que imprimió en sus palabras me despejó cualquier duda : aunque parezca imposible, lo mejor está por llegar…
Fotos José Figueres.
