«Manning Fireworks», la confirmación de MJ Lenderman.

MJ Lenderman publica su cuarto disco en solitario, “Manning Fireworks”. El trabajo más importante de su carrera, tras el inesperado pero totalmente merecido impacto de su anterior “Boat Songs”. Mark Jacob Lenderman se encarga prácticamente de todos los instrumentos del disco. Ha sido producido a medias con Alex Farrar, que desde sus Drop Of Sun Studios se ha convertido en uno de los grandes impulsores de la escena de Ashville, una de las más interesantes del momento. El disco es su debut en Anti Records.

Escucha “Manning Fireworks” aquí:

Cuando editó su anterior “Boat Songs”, su tercer álbum y el primero grabado de manera “profesional” (apenas costó mil dólares), MJ seguía vendiendo helados en su ciudad natal. Si no hubiera sido por la pandemia, no hubiera tenido ni tiempo para explorar su pasión por la música. Además, empezó una relación con Karly Hartzman, la líder de la banda Wednesday, a la que se unió como músico. Otro proyecto en ascenso exponencial. Si además sumamos su excelente aportación al último disco de Waxahatchee, podemos entender la máxima expectación que había acerca de este disco.

MJ Lenderman no es más que un chaval que creció adorando el baloncesto (llegó a destacar jugando como base). Criado en una familia donde sus padres (músicos ambos) lo llevaron al Bonnaroo desde que era bebé. Estudió en un colegio católico hasta que suplicó que le cambiaran a una escuela pública que tenía especialidad de música.

Comentó en una entrevista que su padre tuvo en el coche el CD “Rock Of Ages” de The Band, su primer recuerdo del rock. Guitar Hero cambió su vida, llevando hasta la obsesión su fanatismo con Jimi Hendrix y The Smashing Pumpkins. “Bark at the Moon”, la canción que cierra el disco evoca esa época, en la que jugaba a Guitar Hero hasta altas horas de la madrugada, intentando calcar el solo de guitarra de ese clásico de Ozzy Osbourne. Una canción que acaba con cinco minutos de fuzz que reivindican ese aire juguetón que todavía conserva.

Pero, aunque este final experimental lo emparente con el indie rock, en realidad el corazón de Lenderman está en el rock americano de Drive By Truckers y Neil Young. Son dos de las principales referencias que sobrevuelan un disco lleno de guitarras eléctricas y letras irónicas y mordaces. Uno de los ejemplos más lapidarios es esa imaginada escena eliminada de la película “Cars” donde un ebrio Rayo McQueen atropella a Rudolph, antes de parafrasear a Dylan con el verso: «¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre hasta que se dé cuenta de que es un idiota?»

Con su abandono vocal y las historias de perdedores que lo inundan todo, el bueno de MJ nos puede recordar en ocasiones al añorado Jason Molina. Es la banda sonora perfecta que nos recuerda que la vida tiene muchos matices y estar arriba o estar abajo a veces no es más que una cuestión de perspectiva. En “Wristwatch”, un clásico instantáneo, el narrador nos cuenta que tiene “una casa en la playa en Buffalo y un smartwatch que además es brújula y teléfono móvil”, pero al final, no importa ese lujo porque la pantalla del reloj simplemente “me dice que estoy solo”.

En “Rip Torn” comienza folk pero al avanzar parece acercarse a los sonidos experimentales de The Velvet Underground sin disimulo mientras cuenta la historia de un tipo que se desmaya encima de su tazón de cereales tras una noche de borrachera. Y es que, como dijo en una entrevista, “Cuando observas a alguien en su peor momento salen a la luz ciertas verdades y es más fácil observar la magia de estar vivo”. Para los amantes de Neil Young, escuchar una canción como la enorme «On My Knees» nos devuelve la fe en el rock. Un riff de guitarra que parece salido de las sesiones de “Zuma” lo inunda todo mientras Lenderman se pregunta qué significa divertirse en un mundo donde tanta gente parece estar llena de problemas.

“Joker Lips” es la más cercana a Pavement y el rock alternativo de los 90s. Trata de la sensación de estar excluido por los demás y como, aunque pidas auxilio de manera jocosa, sabes que tu grito va completamente en serio. “Por favor, no te rías/sólo la mitad de lo que dije era una broma”. Y es que hay que tomar en serio a este cantautor llamado a ser una estrella: parte de bromas e ironías pero acaba retratando de manera certera este momento de la historia tan complicado. Otro de los momentos inolvidables es «She’s Leaving You», el himno perfecto para cualquier persona que alguna vez se haya sentido estafado por sus padres. Un retrato de un tipo camino de Las Vegas para olvidar una ruptura, mientras escucha blues conduciendo un Ferrari. Deja entre líneas una interesante insinuación: ¿Eric Clapton tiene derecho a tocar esa música siendo millonario?

Como canta en una de las canciones -“¿Es el silencioso silbido de una meada a medianoche/O un río convertido en arroyo?”-, este disco tendrá diversidad de opiniones. Pero, como los discos de poetas callejeros como Warren Zevon o Jason Molina, Lenderman domina los códigos adecuados para sacar belleza de la anodina vida cotidiana de gente normal como él. Su habilidad para elegir metáforas divertidas a través de las cuales lanza verdades universales propulsadas por guitarras eléctricas desde su humilde ciudad de Ashville está muy por encima de la media. Será cuestión de tiempo ver si le sirve o no para conseguir ser el faro del rock de esta generación.

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