Confirmando su estatus en la escena del folk británco, Lavinia Blackwall edita su segundo disco, “The Making”. La ex cantante de los desaparecidos Trembling Bells se encarga de voz, piano, órgano y arpa. Le acompañan su pareja Marco Rea (guitarras, bouzouki, mandolina, voz, órgano y piano), Jim McGoldrick (bajo) y Seb Jonsen (batería), además de otros músicos ocasionales. La grabación en los estudios escoceses The Barne. La producción corre a cargo de Marco Rea. Edita el sello independiente The Barne Society.
Escucha “The Making” de Lavinia Blackwall aquí:
Soprano de formación clásica, Blackwall se dio a conocer inicialmente como vocalista de Trembling Bells, un grupo de psych-folk con sede en Glasgow conocido por su ambiciosa fusión de tradiciones folk con influencias del rock y el barroco. A lo largo de siete álbumes con la banda, perfeccionó su característico estilo vocal, a menudo comparado con Sandy Denny de Fairport Convention. Además, colaboró con leyendas como Bonnie Prince Billy y Mike Heron. Tras su paso como solista, Blackwall lanzó su álbum debut, “Muggington Lane End”, que fue ampliamente aclamado por sus exuberantes arreglos y su intrincada composición.
“The Making” es una colección profundamente personal de canciones escritas a lo largo de cuatro años y refleja la trayectoria de Blackwall a través de la pérdida personal, la exploración artística y una renovada energía creativa. Un factor clave en el sonido distintivo del disco es el exquisito trabajo de producción de Marco Rea, quien ha sido fundamental para dar vida al disco. La temática va de la oscuridad de la pérdida (Marco perdió a su madre en 2021 y estuvo a punto de perder a su padre poco después y Lavinia perdió a mi padre en octubre de 2023) a la luz, con temporadas viviendo en Italia y en su cabaña en los bosques de Carbeth.
Algunas canciones, como “Morning to Remember”, tienen una clara influencia del cabaret pop de los mejores Kinks, mientras que otras, como “The Art of Leaving”, incorporan elementos del Northern Soul. Aunque hay que reconocer que, en todo momento, predomina el folk onírico y psicodélico. La canción principal, “The Making”, es una gran muestra folk progresivo que recuerda a Weyes Blood. Destacan en ella sus armonías vocales y un mensaje positivo sobre tomar las riendas del propio destino. Por otro lado, canciones como “We All Get Lost” y “Keep Me Away From the Dark” abordan las luchas emocionales con introspección y esperanza. “We All Get Lost” fue escrita cuando su trabajo como profesora le estaba sobrepasando. La segunda apuesta por desconectarnos de todo y escuchar nuestros discos favoritos.
“Apaga las noticias y apaga el teléfono/Mantén el fuego encendido pero quédate en casa/Escucha todas tus canciones favoritas/Guarda todos tus recuerdos donde pertenecen… es verano en algún lugar, pero es invierno en esta parte de la ciudad/Y mi cabeza se rompe, pero tú me mantienes con los pies en la tierra”
Uno de los momentos más especiales del álbum es “My Hopes Are Mine”, donde se encarga de los coros Maggie Reilly (que pasó a la historia poniendo voz al célebre “Moonlight Shadow” de Mike Oldfield). La letra es una reflexión sobre las causas de la disolución de Trembling Bells. En lugar de arrepentirse, la canción reafirma su autonomía personal e independencia creativa. Otra de las canciones destacadas es “Scarlett Fever”, una impactante balada con piano y flauta, la única canción no escrita totalmente por Lavinia. John Plowright, su profesor de historia, es el que escribió la letra. En ella, cuenta la típica historia de malvados y doncellas con resonancias musicales a Jethro Tull.
“The Will To Be Wild” es una balada que se acerca a la grandiosidad pop de Laura Nyro. La letra gira sobre el atractivo de la vida doméstica. Hacer el te, comprar por internet, poner discos a los invitados. ¿Cuándo habla de un disco llamado “Lately” será el de Lily Hiatt? “Sisters In Line” cierra en el álbum con otra canción de folk barroco que podría haber firmado la mucho más conocida Weyes Blood. Es el final perfecto a un disco lleno de detalles y diversas influencias. Desde la psicodelia al folk inglés tradicional, pasando por melodías de music hall y algo de rock progresivo. Una rareza muy disfrutable.