ENTREVISTA CON JAMES VIECO: The Whisper, un susurro con alma soul-rock

“El significado de la vida es encontrar tu don. El propósito de la vida es regalarlo.”
—Pablo Picasso

No suelo empezar con citas, pero ésta de Picasso se me vino a la cabeza después de hablar con James Vieco. “Obviamente hacemos todo esto para dárselo a los demás, pero al final del proceso no valdría de nada si lo pasáramos mal haciéndolo”, me dijo en un momento de la entrevista. Y esa idea —la de hacer música desde el disfrute, con honestidad y sin ansiedad por el resultado— atraviesa toda la conversación. Y también atraviesa el primer EP de The Whisper, su nuevo proyecto.

El grupo, en formato trío junto a Juan García (bajo) y Arturo Zayas (batería y coros), no parte de cero: parte de años de tocar juntos, de jams, de versiones que se transforman en algo propio. “Me da hasta vergüenza decirlo, pero es que no ensayamos. No hace falta. Nos conocemos tocando”. Así de directo. Así de sencillo.

The Whisper suena a soul-rock con identidad: entre Joe Cocker, Morgan y Jimi Hendrix, como dice James. Pero lo interesante es lo que ocurre entre esas referencias: nada cerebral, con silencios que importan y texturas bien elegidas. “La gracia está en los susurros, los silencios, las energías sutiles… en lo que pasa en los espacios que no son amplios”, explica sobre el nombre del grupo. Y ese enfoque, más sensorial que formal, lo define todo.

Lo que tengo claro es que, tenga la repercusión que tenga, sé que lo que hemos hecho está bien, que tocamos muy bien juntos, que tenemos una química muy bonita y que es algo que hemos hecho pasándolo bien y sin problemas.

Desde que surgió la posibilidad de esta entrevista hace un par de días, he estado escuchando su discografía sin parar. Con una trayectoria imposible de resumir —entre Saturna, Tears in Rain, su carrera en solitario, versiones que acarician el alma, un Unplugged en la mítica sala Rocksound y proyectos paralelos como The Elven—, Vieco lleva años dejándonos claro que la suya es una de las voces más versátiles, honestas y emocionantes del panorama.

De hecho, su voz merece capítulo aparte. Hace poco dije que suena como si Sam Cooke, Chris Cornell y Ozzy (si Ozzy cantara bien) se hubieran fusionado. Se rió, pero lo entendió. “He ido cogiendo diferentes texturas… lo melódico y lo pentatónico de Ozzy, los gritos de Cornell y mucho soul. Porque me encanta la música negra”. Y se nota.

Pero en The Whisper, que debuta el 12 de mayo con su primer EP titulado Silence, ese don del que hablaba Picasso suena a soul-rock curtido en jams y sin pretensiones.

Y los silencios… Hay silencios que no son ausencia. Silencios que, lejos de dejar vacío, condensan todo lo que vibra debajo de la superficie: melodías que todavía no se han escrito, letras que no llegaron a cantarse a tiempo, algo que no cabía en ningún otro grupo. Algo que pedía otro color. Susurros que merecían ser amplificados.

Durante la entrevista, hubo respuestas reveladoras. Otras, sencillamente bellas. Hablamos sobre la presentación del EP (5 de octubre) y su producción, sobre cómo Vieco ha ido encontrando su estilo vocal, y sobre el hecho de que no hay ningún plan maestro, más allá de tocar bien y estar conectados. “En el fondo, si haces las cosas conectando contigo mismo y dándolo todo, no hay que pensar en nada más.”

Me sentí agradecida y honrada de poder compartir esta conversación de casi una hora con él. Y ahora, con vosotras y vosotros, James Vieco.

ENTREVISTA CON JAMES VIECO – THE WHISPER

JESS: Hola, James. Antes de nada, gracias por estar aquí. Hemos hablado en otra ocasión, pero me hace mucha ilusión esta charla. Has estado en mil proyectos. Si mi investigación y los cálculos no fallan, llevas ya 14 discos de estudio entre Tears in Rain, Saturna, Freeway Experience y tu carrera en solitario…

JAMES: Sí, he sido muy inquieto y he tenido una necesidad constante de grabar. De hecho, de grabar tanto, he aprendido mucho. Tears in Rain fue el primero, un proyecto que duró 10 años, hasta 2020: 4 o 5 discos de estudio y algún directo. A medio camino de ese proyecto empecé con Saturna, y hemos hecho juntos otros 4 discos de estudio y algún split… Como solista, tengo 3, el último saqué el año pasado. Y después, colaboraciones puntuales, como The Elven y otra cosa que todavía no ha salido, con el bajista de Saturna [Rod Tirado]

JESS: Y el Unplugged [Rocksound], los discos de versiones y hasta una banda sonora… ¡Es que no paras! Y ahora estamos aquí para hablar de tu nuevo proyecto, The Whisper. Empecemos por el principio: ¿Qué os llevó a formar The Whisper?

JAMES: A ver, es que siempre tengo mil temas que no encajan en los otros proyectos. Por ejemplo, cuando se disolvió Tears in Rain, decidí intentar darle salida a todo ese material con un proyecto solista que se llamaba al principio Jim & The Devil, pero terminé llamándolo simplemente James Vieco. De ahí salió mi primer trabajo solista, One, y luego Nimaya e Idana para los temas con un sonido un poco más “Seattle” o de rock alternativo que había compuesto.

En ese momento, además, estaba tocando en un trío [con Juan y Arturo] haciendo covers en jam sessions. Era un poco rollo Hendrix Experience, muy compatible con la onda soul/rock que había hecho en One. Y nada, nos dimos cuenta de la química que teníamos y decidimos hacer algo de autoría. Para eso, partimos de los temas que yo había compuesto en esa onda más soulera. Les envié unos 20 temas, escogieron estos cuatro, y empezamos a trabajar en ellos. Hemos hecho una producción con mucho cariño entre todos.

JESS: O sea, ¿queríais desmarcaros un poco de las covers y darle identidad propia?

JAMES: Nos gusta mucho tocar covers, pero a nuestra manera. Pero sí, queríamos darle un poco de identidad propia a este proyecto.

JESS: Es que tus covers son deliciosas. El otro día escuché una —no con los mismos músicos— pero era “Simple Man” de los Skynyrd. Y vale, creo que es mi canción favorita de todos los tiempos, y eso influye, pero ¡vaya versión! Es preciosa. Eres capaz de dar un toque muy personal a canciones que todo el mundo ama.

JAMES: Sí, esa era para Unplugged at Rocksound. Rocksound era una sala muy importante para nosotros aquí en Barcelona. Ya llevaba muchos años en un plan urbanístico y la iban a tirar abajo, pero en la pandemia el plan se aceleró. Entonces, Antonio [Producciones Acaraperro], con el que tenemos mucha amistad, me llamó y me preguntó si queríamos tocar la semana siguiente porque iban a cerrar el local. Yo quise hacer un concepto diferente y grabarlo para el recuerdo. Y nada, sé que a él le encanta Lynyrd Skynyrd, así que tocamos ese tema para él.

JESS: Qué bonito… Y supongo que todas esas cosas han influido de alguna forma en The Whisper. Me llama la atención que sigues en activo con Saturna y The Elven… ¿Hay algo en The Whisper que no hayas podido expresar con tus otros proyectos?

JAMES: Creo que depende mucho de la formación para la que he orquestado el tema. Por ejemplo, seguramente probamos alguna cosa de The Whisper con Saturna, pero no encajaba con el color de la banda.

Al final, intento componer en tres líneas. Una es puramente noventera, que me sale de forma muy natural. Otra es un poco más soul clásico con rock. Y la otra sería para Saturna, que es mi principal proyecto de autoría. Por ejemplo, mencionaste The Elven, y aunque acaba de salir, se hizo durante la pandemia. Igual que mi último álbum solista. Lo que pasa es que como es una banda que “no existe” como tal, le ha costado mucho despertar interés de los sellos y que la gente se implique en el lanzamiento, y tardó cuatro años en salir desde que se terminó. Los temas están ahí, “esperando su momento”.

No hay un método particular. Siempre tengo unos temas como back-up, y eso hace que sea muy sencillo arrancar algo, que es lo que pasó con The Elven: hicimos ocho temas en un mes.

JESS: Qué interesante, porque la segunda mitad de este EP, “Ghost” y “Scream”, me recuerdan a Saturna – The Reset, al menos, pero “Silence”, el track que da título al EP, suena diferente… la percusión, hasta tu voz… ¿Es la dirección en la que queréis ir con The Whisper?

JAMES: Sí, son los terrenos en los que nos apetece movernos. Es un marco entre el soul y el soul-rock. Puede llegar a ser todo lo que hay entre Joe Cocker, Morgan y Jimi Hendrix…

JESS: A lo mejor por ahí me vino la comparación con Sam Cooke. Yo soy más de ritmos y graves, pero para mí, tienes una de las mejores voces que he oído en los últimos tiempos. Y no digo en España. Hay que cruzar la frontera. ¿De dónde viene esa voz que tienes?

JAMES: He pasado por muchos periodos en mi vida en los que me he obsesionado con diferentes cantantes, e iba imitándoles para “robarles” parte de su esencia. Del soul, los clásicos como Otis Redding, Joe Cocker, Sam Cooke, Wilson Pickett… Después, obviamente, todas las voces del rock – sobre todo cantantes noventeros como Jeff Buckley o Chris Cornell… Luego hay voces que me encantan, pero por ejemplo, nunca voy a poder cantar como Robert Plant o Mark Lanegan, que me flipa. O Eddie Vedder…

JESS: Ya, es más barítono…

JAMES: Sí, pero he ido cogiendo diferentes texturas. Y siempre con mi color. Es un poco lo que tú dices: lo melódico y lo pentatónico de Ozzy con un toque nasal, los gritos rollo Cornell y mucho soul. Mucho. Porque me encanta la música negra. Más o menos, los grandes cantantes de los años 60 o los 90.

Aunque depende también del proyecto. Por ejemplo, canto a veces con una banda de soul. Es un sueño hecho realidad. Porque con las covers de soul, suelo terminar “roqueándolas” un poco más. Y siempre he tenido la espinita de hacer soul de verdad, ¿sabes? Este trío de Barcelona se llama THE SOULFUL TRIO. Canto Joe Cocker, Otis Redding, James Brown, Wilson Pickett… De hecho, este sábado toco con ellos en el Harlem [Jazz Club]. Y con ellos te das cuenta de lo difícil que es. Si consigo hacerlo bien y que a la gente le guste, es un logro para mí. Yo soy un tío que, cuando empezó, quería tocar la guitarra.

Simplemente he ido desarrollando mi propia técnica, y parece ser que tengo un registro amplio. No me gusta medirlo, pero supongo que debe rondar las tres octavas. Y luego hay un poco de magia ahí. Tengo buen oído.

JESS: Ya, pero yo tengo buen oído y nadie quiere escucharme cantar. (risas) Volvamos a The Whisper. El nombre —el susurro…— transmite algo casi íntimo. ¿De dónde viene?

JAMES: Como te contaba antes, nos conocimos haciendo covers. Y cuando propusimos hacer esta formación, como hacíamos un rollo un poco desenfadado, al principio pensamos llamarnos The Free Bees, que es un nombre más estilo años 50, y de bromita. Pero… mi música siempre tiene un componente poético y serio, y ese nombre no me acababa de convencer. Ponerle nombre a una banda es un proceso horrible, pero fui repasando las letras de los temas y encontré una palabra que me encajaba. Fue “whisper”, en el tema “Spell It Out”: “There’s a whisper in your ear… Just take it easy and spell it out.” Y la gracia de todo eso —el susurro, los silencios, las energías sutiles… las cosas que pasan en los espacios que no son amplios— me parecía un concepto más poético y representativo de la sensibilidad con la que yo me identifico.

JESS: Pues como dices, lleváis mucho tiempo tocando juntos, pero cuando alguien arranca un nuevo proyecto, incluso con mucha experiencia como es vuestro caso, suelen surgir dinámicas diferentes. Aparte de encontrar el nombre, ¿ha sido difícil empezar desde cero, a pesar del bagaje que traéis?

JAMES: Con Juan y Arturo es increíblemente sencillo. Además, ellos llevaban tocando juntos mucho tiempo antes de conocerme a mí. Me da hasta vergüenza decirlo, pero es que no ensayamos. No hace falta ni pensar. Tenemos constantemente la oportunidad de tocar juntos. Hay un sitio aquí en Castelldefels que se llama Bemol. Es un club donde se hacen conciertos y jam sessions. Nos ha servido mucho de plataforma a la vieja usanza, como hacían las bandas que se curtían en sitios como el CBGB, tocando todos los jueves, o el Whisky a Go Go. Simplemente salimos, nos miramos en la prueba de sonido… Ni tengo que hacer un gesto. Sé que me van a seguir. Porque ellos también tienen el culo pelao, como decimos, de tocar en jams, de seguir a la gente, de estar muy despiertos, y eso hace que te sientas muy relajado y dejes que la música fluya sola. Solo tuvimos que arreglar los temas juntos.

Y luego, a la hora de la producción, hemos trabajado el sonido, metiendo una acústica o unas armonías que dejan más rienda suelta a Arturo para meter segundas voces, o para que Juan haga sus acentos, y así acoplarnos a ellos. Ha sido súper natural y nada forzado. No queremos ser cerebrales con este proyecto.

JESS: Qué bueno. Y hablando de la producción… en el pasado has contado con grandes nombres como Matt Bayles —figura archiconocida de Seattle— o Tom Baker, que ha colaborado en algunos discazos de Motown. ¿Cómo ha sido el trabajo de producción para este primer EP de The Whisper? ¿Ha sido “casero” —sin darle una connotación negativa— o habéis contado con alguien externo?

JAMES: Se puede decir que es “casero” en el sentido de que la producción la hemos hecho 100% nosotros. Arturo tiene un equipo de grabación profesional, todo de una calidad brutal. Y en vez de ir con prisas a estudios, hemos grabado en nuestros locales, con nuestros micros caros y equipo. Ya hemos grabado muchas cosas. Seguramente alguna tontería se nos ha escapado, pero lo hemos hecho “decentemente”, para después pasar ese material a un ingeniero de mezcla. En este caso fue Juan, de Grabaciones Sumergidas. Es un estudio de Cádiz, y Arturo, que también es de allí, lo conocía y quería probar con ese estudio. Juan hizo la mezcla, pero 100% producido y supervisado por nosotros.

También, todos estamos en muchos otros proyectos que demandan una locura de tiempo y dinero. Y lo que siempre hemos querido con este proyecto es una especie de ruptura con nuestro día a día y sus agobios. Por eso ha sido bastante autogestionado. Hemos ido haciendo las cosas cuando teníamos tiempo.

JESS: Desde luego, todo suena muy orgánico. Y más allá de la música, hoy en día, con las redes y tal, llama la atención la estética y lo visual. ¿Estáis construyendo un “universo The Whisper”? ¿Hay intención ahí o eso también va surgiendo de forma orgánica?

JAMES: De momento va a ser sencillo. Estoy haciendo un lyric video, pero simplemente para tener algo de material en YouTube y para que la gente pueda ver las letras. Las fotos las hizo nuestro amigo Isaac Vasquez. Lo demás, paso a paso. Tenemos la profesionalidad y las herramientas suficientes como para no sacar una mierda. Conservamos esa espontaneidad para que no sea algo cerebral. Para que se pueda cambiar una cosa u otra. Cada vez más estamos aplicando esta mentalidad. Hasta en Saturna. Todo lo que podamos hacer por nuestra cuenta y que sea profesional, sería absurdo no hacerlo nosotros.

JESS: Claro, al final es vuestro “bebé” y así podéis cuidar todos los aspectos. Tocas en un montón de formatos y contextos diferentes —en acústico, en salas, en bares, lo que sea—. ¿Cómo imaginas los conciertos de The Whisper?

JAMES: A ver, somos una banda eléctrica. No estamos pensando en una orquestación exagerada. Pero a lo mejor, para el directo, nos gustaría contar con un cuarto miembro que pueda hacer un poco de todo: tocar acústicas, hacer algún coro, un teclado puntual, algo de percusión… Es lo que tú dices: nos apuntamos a todo. Si alguien quiere un formato unplugged para un directo un poco más suave, no hay ningún problema.

JESS: Ya veo. Sois unos 4×4. Cuéntame: me imagino que va a haber presentación de disco.

JAMES: Sí. Va a ser el 5 de octubre en el Razz 3 de Barcelona. De hecho, va a abrir ese trío que te comenté antes, The Soulful Trio. Presentaremos el EP y tocaremos algunos temas más de autoría, alguna versión, habrá invitados… Y por supuesto, la organizará la gente de Rocksound, con quienes siempre estamos haciendo cositas juntos.

JESS: Qué bueno. Y después, ¿cómo te gustaría que evolucionara este proyecto?

JAMES: No sé si es una perspectiva “zen” de la vida, pero quiero seguir viendo a dónde nos lleva. Ahora estamos en el presente: con el objetivo de sacar este EP, presentarlo y ver la acogida. Es que nunca se sabe. The Elven, por ejemplo, lo grabamos sin ninguna pretensión y cuatro años después ha salido, y hay gente diciendo que se va a tatuar la portada.

En el fondo, si haces las cosas conectando contigo mismo y dándolo todo, no hay que pensar en nada más.

Lo que tengo claro es que, tenga la repercusión que tenga, sé que lo que hemos hecho está bien, que tocamos muy bien juntos, que tenemos una química muy bonita y que es algo que hemos hecho pasándolo bien y sin problemas. Con eso te quedas. Obviamente hacemos todo esto para dárselo a los demás, pero al final del proceso no valdría de nada si lo pasáramos mal haciéndolo.

JESS: Cuánta razón tienes. Pues espero que sigáis pasándolo bien, y te agradecemos mucho los regalitos como este y todos los demás trabajos. Gracias por compartir todo esto conmigo. Se nota que The Whisper nace de un lugar muy auténtico, y creo que eso llega también al oyente. ¡Estaremos atentos la semana que viene al lanzamiento oficial de Silence en todas las plataformas!

TRACKLIST

  1. Silence
  2. Spell It Out
  3. Ghost
  4. Scream

James Vieco – Bandcamp

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