Gandalf – Gandalf (1969)
Con todos ustedes, Gandalf, melancólica y oscura psicodelia desde NYC. La historia de una semidesconocida banda que con el paso del tiempo ha obtenido algo de relevancia.
Con todos ustedes, Gandalf, melancólica y oscura psicodelia desde NYC. La historia de una semidesconocida banda que con el paso del tiempo ha obtenido algo de relevancia.
‘Almost blue’ (1981), que así se llamó dicho trabajo, fue el primer disco de Costello sin la producción del gran Nick Lowe y constaba de un puñado de versiones de clásicos incontestables de leyendas como Hank Williams, Merle Haggard, Gram Parsons, George Jones o Charlie Rich.
Si por ‘In my own time’ (1971), suele surgir cierta controversia a causa de un sonido más pulido y de orientación pop, no ocurre lo mismo con el debut de la cantante folk Karen Dalton, ‘It’s so hard to Tell Who’s Going to Love You the Best’ (1969), cuya admiración tiende a ser unánime, debido a su parca instrumentación.
‘The good son’ (1990), el álbum de la discordia y posiblemente mi favorito de Nick Cave. Ya había dado un aviso de que su sonido había empezado a suavizarse en ‘Tender prey’ (1988), pero fue en este trabajo donde se hizo más palpable, desde una insólita portada (el propio Nick al piano vestido de crooner con traje blanco y rodeado de unas niñas angelicales) y pilló a muchos críticos con el pie cambiado.
Hace tiempo que ese poco recomendable amigo no forma parte de mi vida pero, en cambio, la obra maestra de los Georgia Satellites, ‘In the land of salvation of sin’ (1989) todavía sigue a mi lado, como si de algún modo me susurrase que aquel día de agosto tomé la decisión correcta.
La historia del germen de esta obra de culto es de sobras conocida: Alexander ‘Skip’ Spence, miembro hasta ese momento de los Moby Grape, ataca con un hacha a sus compañeros en un hotel, en pleno viaje de ácido y luego es detenido mientras iba en busca del productor de la CBS, David Rubinson.
Contaba Brian Henneman, líder de los extintos The Bottle Rockets, durante la promoción del álbum de versiones ‘Songs of Sahm’ (2002), una anécdota que dejaba bien a las claras la ‘popularidad’ que vivía nuestro protagonista de hoy unos años atrás.
El magistral debut de Duncan Browne, ‘Give me take you’, (1968) quizás no es el álbum más propicio para escuchar en esta época calurosa, ya que su mezcla de bucólico folk, pop barroco y elementos de música clásica retrotrae inmediatamente a la estación donde las hojas empiezan a desprenderse de los árboles, pero es tal la belleza que esconde en sus surcos que no he podido evitar traerlo hoy hasta aquí.
Un claro ejemplo de una gran banda que se quedó en el camino (al igual que otras que se me ocurren como Rip KC, Mermaid o Green Manalishi) eran el trío de Algeciras, Viaje a 800 con Coñac oxigenado (2012).
Lo bueno, si breve, dos veces bueno, podría pasar perfectamente por el lema de la banda de country alternativo de Seattle The Swearengens, a juzgar por la duración de los dos autoeditados álbumes por los que los conocí, “Waiting on a sunrise” (2013) y su más que interesante EP de debut, “Devil gets her way” (2012), y que el propio grupo permitía descargar gratuitamente desde su bandcamp.