Placebo provocó un efecto positivo e insuficiente en Madrid

Placebo celebró el veinte aniversario de su primer disco con el público madrileño el pasado 29 de Mayo en el Palacio de Vistalegre del castizo barrio de Carabanchel. Llegó la esperada tarde por todos los fans de Placebo asistir a la cita pendiente con el grupo londinense. Sin llegar a presenciar al grupo predecesor, Digital 21, en el que forma parte el bajista de Placebo Stefan Olsdal en una línea electrónica y experimental. Pudimos corroborar que a eso de las diez de la noche saltaba al escenario Placebo, un atronante recibimiento acogía a la banda británica dentro de un espectáculo que empezó de menos a más, los veinte minutos de retraso y su primera intervención donde la peculiar voz de Brian Molko a penas se escuchó, su puesta en escena, que a primera vista parecía sencilla, pero que gracias a una fantástica iluminación daba en el clavo con cada canción y momento del concierto.

La insuperable voz de Brian mejoró según iba avanzando el concierto, ajustes de última hora,  nada que envidiar a como puede sonar en sus discos, o casi me atrevo a afirmar que… mejor en directo. Peculiar fue el incesante cambio de guitarra del cantante que solo usó seguida una misma guitarra en dos canciones, no fue causa justificada para ralentizar el ritmo del concierto.

Un ritmo en el que se mezclaron las canciones mas lentas del grupo con acertados paréntesis de sus canciones más conocidas como «Every you and Every me» o»Too Many Friends» que hacían vibrar al público desde la pista hasta las gradas. Tanto Bryan como Stefan, bajista del grupo, se atrevieron con el castellano dando las gracias al finalizar las canciones y algún que otro guiño por parte de los dos.

Hora y media de concierto que supo a poco y en el que faltaron alguna de sus canciones más carismáticas como «Where is my Mine» y que finalizó con una mezcla electrónica realizada por el bajista con toques muy en la onda del grupo telonero. Placebo pasó por Madrid con una triunfante acogida, casi todo el papel vendido, pero dejando cierto resquemor a sus fieles seguidores en no satisfacer su ansia de un concierto más intenso.

 

Pilar Liuti Salinero

 

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