Fogbound, un pulso de energía

Cita la gente de Fogbound entre sus influencias el viento del Norte y la niebla que te vuelve del revés. Son gallegos, claro. Y se nota. Pero esas referencias no son sólo geográficas. Trascienden a su música. Esa cadencia sonora que te vuelve de revés a ti también cuando los escuchas en casa y que te arrebata, como un viento persistente, cuando estás a merced de ellos en una sala como la Stereo alicantina.

Era la segunda vez que nos visitaban en menos de dos años. Una buena oportunidad de comprobar que lo que la primera vez tenía además el aliciente de la sorpresa no había perdido interés ahora que la novedad ya no existía. No traían consigo las proyecciones psicodélicas que suelen llenar el escenario de colores que se funden con la música. Fogbound ayer traían sólo música y los colores estaban simplemente en ella. Y, por supuesto, también en tu cerebro.

Fogbound, Alicante 2017 (01)

Sin distracciones, al corazón de su propuesta, que se expresa con una fuerza arrolladora que nace de cuatro individuos sonando al unísono. Te hace saltar hacia el escenario como quien se lanza contra las olas en la playa, para dejar que te golpeen una y otra vez. Pibli González es ese rompeolas contra el que te estrellas, incansable con las baquetas, y Borja Fernández te lleva cada vez al sitio, un latido omnipresente del bajo sin el que la estructura sonora de Fogbound se desarmaría.

Fogbound, Alicante 2017 (06)

Sobre ellos, por debajo de ellos, con ellos, entrando y saliendo, ascendiendo, descendiendo, creando laberintos al mismo tiempo que desvelan horizontes, Fernando Vilaboy, a los teclados, y Fabio Mahía, guitarra y voz, iluminan la escena con las melodías. Por ellas es fácil deslizarse y perderse y encontrarse. Hay mucha complicidad en escena. Ese dúo acompasado de bajo y guitarra es un signo, una lectura más de las diferentes capas que se superponen en su música. Como lo es también la voz de Fabio  pintando por detrás del muro sonoro.

Tenían un vinilo que presentar, el fabuloso disco homónimo. Pero también se trajeron canciones sueltas anteriores, de ese pasado de singles y retales que está pidiendo a gritos un larga duración. Clásicos para quienes les seguimos como “Whispering corridors” y “Castles in a sandbox”, temas sin precio como “Whimsical girl” o “Edward Devine”.

Fogbound, Alicante 2017 (03)

Nos trajeron freakbeat y psicodelia y hubo mucho “beat” y mucho viaje sin salir del templo que es la Stereo. Sabíamos que no estábamos en Londres, ni en los sesenta, que era sábado por la noche y afuera el asfalto se derretía. Pero durante una hora fuimos más allá, vueltos del revés, a la distancia imposible de uno mismo. Fogbound nos metió en un bucle del tiempo, en su música que viene del olvido, que emerge ante ti y explota en acordes y colores que inundan tu mente, que te mueven con un pulso de energía que nace en lo desconocido y que ellos canalizan desde Coruña.

Ayer, más cercanos que nunca, con Fabio metido entre el público, nos hicieron palpar ese misterioso viento interior que viene del Norte. O del Noroeste.

Fotos y vídeos por Juan J. Vicedo.

 

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