The Magpie Salute. Un delicioso olor a Cuervo en Madrid.

Magpie Salute dejan en Madrid ese delicioso aroma a cuervo del que sólo Marc Ford y Rich Robinson son capaces. Una unión que hace la fuerza y nos muestra la madurez de los sonidos que abanderaban desde California los hermanos Robinson y que hoy se han convertido en unos auténticos clásicos. Versionando a los Byrds, The Band y Crosby, Still & Nash con maestría cercana a los originales. Delicatessen.

Matthew Sweet. El retorno del hijo prodigo.

El mago de Nebraska nos visita con cuatro fechas en el país para regalarnos los oídos con su nueva obra. Dividida en dos discos, uno publicado el pasado año y otro a comienzos de verano. Matthew vuelve a un sonido más noventero, el que marcó sus raíces pero con el inestimable toque de su maravillosa madurez.

Dylan LeBlanc, The Handsome Family y Mike Farris. El Bueno, el Feo y el Malo

En el aluvión de conciertos que «sufre» Madrid tras el festivalero verano y el parón de las salas, echamos la vista atrás y enlazamos tres conciertos que nos dejaron desde lo mejor hasta lo peor. Enmarcados en las raíces y el rock americano, Dylan Leblanc, The Handsome Family y Mike Farris visitaron la capital con suertes dispares que os detallamos.

Deer Tick. El ataque al venado americano.

La banda, estandarte del sonido Folk de raíces americanas visita nuestro país tras una larga espera. Con sendas fechas en Madrid y Barcelona, los de Providence vienen a presentar su último trabajo que por partida doble explora sus venas acústica y eléctrica.

Musselwhite y Harper. La malicia del diablo, la astucia de Johnson. El cruce de caminos.

Cuando vendes tu alma al diablo pasan cosas. Ben Harper ha encontrado a su diablo particular en Charlie Musselwhite y este le está sacando, desde lo más profundo de sus entrañas, las raíces de un blues inapelable que pasean con descaro por toda Europa. En Madrid nos han dejado conmocionados y el demonio se está cobrando unas cuentas almas esta semana.

Asaf Avidan. Tocado por el Dios del Rock.

Sin palabras nos quedamos ante el directo de un ser tocado por la mano del Dios del Rock. Un músico completo capaz de llenar un escenario con la fuerza de una bandaza. Un artista ecléctico, comprometido y agradecido. Una fuerza de la naturaleza que necesita sacar su arte para evitar una eclosión interna. Un auténtico lujo.