The Smithereens – Blow Up (1991)
Debido a la triste y prematura muerte de su líder Pat Dinizio de The Smithereens, decidí aventurarme en su cuarto disco ‘Blow up’, con preciosa portada a cargo del legendario Saul Bass.
Debido a la triste y prematura muerte de su líder Pat Dinizio de The Smithereens, decidí aventurarme en su cuarto disco ‘Blow up’, con preciosa portada a cargo del legendario Saul Bass.
La marcha del líder y compositor de una banda suele suponer, en la mayoría de los casos, la ruptura o el inevitable declive artístico para el grupo en cuestión. No sucedió así con la formación texana Midlake, que se sobrepuso a la marcha de su vocalista Tim Smith y publicaron un sorprendente trabajo.
Tras una colorida portada de aspecto infantil, se escondía la aparentemente desconocida Dianne Davidson, toda una fuerza de la naturaleza, una especie de Mama Cash poseída por el espíritu del rock, folk, blues o country más primigenio.
Uno ya no sabe qué conlleva mayor mérito, si ser el coautor, Doc Pomus de un buen puñado de clásicos de la música popular contemporánea (‘Save the last dance for me’, ‘This magic moment’, ‘(Marie’s the name of) his latest flame’, ‘Little sister’, ‘Surrender’, ‘A mess of blues’, ‘Lonely avenue’, ‘Chains of love’, ‘Young blood’…) o ser amigo de Lou Reed,
Hoy me gustaría recordar a una poderosa vocalista que si bien disfrutó de las mieles del éxito con el clásico “Think (about it)” de Lyn Collins, no es menos cierto que, con el ineludible paso del tiempo y por culpa de una discografía demasiado breve, su figura quedó sumida en el olvido.
Hindu Love Gods: Hay momentos cruciales en la vida de una persona que pueden hacer variar su destino. Una llamada de Peter Buck cambió el rumbo (y probablemente salvó la vida) de nuestro protagonista: El gran Warren Zevon.
“Mejorando con los años como el buen vino” es la expresión que me ha venido a la mente tras escuchar, después de muchos años sin hacerlo, el álbum que los Arc Angels publicaron e
Chris Bell pertenece, como el malogrado Nick Drake, a esa estirpe de músicos torturados, sensibles y con gran talento que se adelantaron a su tiempo, sufrieron la absoluta indiferencia del público y sólo obtuvieron el justo reconocimiento años después de su muerte.
Doris Troy (nacida en N.Y. en 1937 y fallecida en Las Vegas en 2004). Hija de un predicador baptista, desde muy joven quedó vinculada al mundo de la música, gracias a su extraordinaria voz y a su versatilidad al piano en estilos como el blues, el góspel o el soul.