Don't Think Twice, It's All Right
What exactly is ‘heavy psych’, ‘stoner rock’ or ‘space rock’? Start by taking the best psychedelic rock of the ’60s and ’70s – names we all love like Grateful Dead, The Doors, The Jimi Hendrix Experience, The Who, or even Cream, and beef up the bass and rhythms with a modern, muscular edge. What you get is a sonic tapestry woven with intricate threads of psychedelic exploration and visceral intensity. In other words, heavy psych.
¿Qué es exactamente la música ‘heavy psych’, ‘stoner rock’ o ‘space rock’? Todo empezó con el mejor rock psicodélico de los años 60 y 70 – bandas que todo el mundo ama como los Grateful Dead, The Doors, The Jimi Hendrix Experience, The Who e incluso Cream) Ahora, intensifica los graves y ritmos con un toque moderno y musculoso. El resultado es un tapiz sonoro tejido con intrincados hilos de exploración psicodélica e intensidad visceral. En otras palabras, ‘heavy psych’.
Tal día como hoy, en 1973, Columbia Records lanzó Tyranny and Mutation, el segundo álbum de estudio de la banda estadounidense de hard rock, Blue Öyster Cult. Un disco que puedes escuchar y disfrutar de principio a fin que representa el ‘Rock Clásico de los años 70’ en su máxima expresión.
La familia de Jeff Healey ha anunciado recientemente la producción de ‘See The Light: The Jeff Healey Story’, el primer documental oficial sobre su vida y extraordinario legado.
Desde la fuerza bestial en su debut homónimo en 2014 hasta la experimentación sofisticada encontrada en sus álbumes posteriores, el supergrupo Spidergawd ha dejado una marca indeleble en el panorama del género. VII, editado la semana pasada, muestra a una banda en la cima de su destreza creativa, en la que destacan sus características armonías y dúos guitarreros, algo raro en el rock de hoy.
El viernes pasado, el cuarteto sueco, Graveyard, presentó, por fin, su último proyecto llamado ‘6’. Este álbum advierte una ligera desviación en su dirección musical y está empapado en un tono introspectivo, melancólico, a veces desesperado y casi perturbador. Ya se está hablando mucho de cómo no es el ‘típico Graveyard’ lleno de angustia y alto voltaje…, pero lo que es, definitivamente, es una MARAVILLOSA obra de arte que considero su trabajo más perfecto e inteligente hasta la fecha.
¡Nebula llega a España este otoño! Un poco de historia sobre la banda californiana y sus raíces en el desierto y Seattle junto a otras leyendas como Kyuss, Fu Manchu o Mudhoney. Eddie Glass es un maestro de los riffs y ya sea que lo llames rock psicodélico, rock espacial, rock stoner o rock del desierto, solo queda clara una cosa: lo que hace Nebula ¡es rock del BUENO!
El conjunto gaditano llevaba desde el 2020 sin tocar en la capital y al agotar entradas en su paso por Madrid anoche, hubo mucho nerviosismo por ver a los llamados ‘profetas del sur’. Pero The Electric Alley demostraron desde el primer momento que venían a darlo todo. La mayoría de los asistentes quería fiesta, buen rollo y muy buen rock and roll. Y sin duda, eso es lo que hubo.
En unos días, los que estamos cerca de Madrid o Barcelona tendremos la gran fortuna de presenciar pura magia: Scott ‘Wino’ Weinrich, líder y fundador de The Obsessed, está a punto de llegar a España. En los años 80, el grupo se hizo infame dentro de la escena punk en Washington D.C. por sus versiones pesadas de canciones de los New York Dolls o The Saints. Su música no fue exactamente aceptada por la mayoría de los fans de hardcore de la zona, pero la inmensa y aterradora presencia escénica y autenticidad totalmente diferente del frontman, impactaron enormemente a leyendas como Ian MacKaye y Henry Rollins e incluso los Hell’s Angels. The Obsessed eligió crear un metal diferente: un metal lento, visceral y simple, afinado bajo tierra, acuñando así un nuevo término metalero: el ‘doom’.
Anoche, en la madrileña Sala Silikona, un 15 de mayo que marcó el final de las fiestas de San Isidro, una banda de Filadelfia llamada Ecstatic Vision creó un ambiente de rock espacial psicodélico cargado de toneladas de energía, dejándose todo sobre el escenario. De hecho, salían descargas eléctricas hasta del propio micrófono, que tuvo que ser tapado apresuradamente con un calcetín para que el cantante pudiera continuar…