Don't Think Twice, It's All Right
Existen discos igual de buenos que «Midnight Souvenirs» (2010) de Peter Wolf pero no mejores. Éste de Peter Wolf, el que fuera el frontman de la J. Geils Band en los 70 y 80 del siglo pasado, es del año 2010, y como si tal cosa.
Existen discos igual de buenos que «Back From Río» (1991) de Roger McGuinn pero no mejores. «Back From Rio» fue el álbum más exitoso de McGuinn fuera de The Byrds. Si bien el álbum recibió una gran aceptación crítica y fue un éxito comercial, su carrera no despegó.
Existen discos igual de buenos que «Tonight» (1984) de David Bowie pero no mejores. La crítica musical consideró este disco como uno de los más flojos de Bowie cuando se publicó («Never let me down» estaba por venir todavía). No ha habido revisión de ese criterio como, por ejemplo, ha sucedido con el «Selfportrait» de Dylan.
Existen discos igual de buenos que «Soldier» (1980) de Iggy Pop pero no mejores. Ninguna de las canciones de «Soldier» ha pasado el filtro de los grandes éxitos de Iggy Pop. Lanzado al empezar la década de los 80, representa junto con el del año siguiente, «Party», su breve y nada exitoso paso por la discográfica Arista.
Existen discos igual de buenos que «Country Super Hits Vol 1» (2006) de Jim Lauderdale, pero no mejores. Jim Lauderdale es un artista sumamente ecléctico y prolífico, que se mueve como pez en el agua en el campo de la música de raíces americana. Siempre metido en mil proyectos, ya sea componiendo para otros como colaborando en mil historias.
La banda liderada por los hermanos Valeta, Armand y LG se distribuyen guitarras y voz, junto a Andy Cobo a la batería y como novedad la inclusión en la banda de Dani Martín al bajo. El disco se grabó en directo y en cinta en los estudios de Madrid Brazil Recording Studios.
Existen discos igual de buenos que «Shrunken Heads» (2007) de Ian Hunter, pero no mejores. Cuando una canción arranca con ese “I got a big one” y continúa con esos riffs de guitarra diluido en esa voz malhumorada, ¿qué más le puedes pedir a un disco de rock’n’roll de verdad?.
Existen discos igual de buenos que «(Pronounced ‘lĕh-‘nérd ‘skin-‘nérd)» (1973) de Lynyrd Skynyrd, pero no mejores. En 1973 debutaban con este disco los Lynird Skinyrd, banda cuyo nombre -al contrario de lo que parece- es más fácil de pronunciar que de escribir: seguro que alguna «i» y alguna «y» hemos equivocado alguna vez, eso si no hemos doblado alguna «n» por puro vicio.
En 1985, tras la primera disolución de The Gun Club, el líder de la banda Jeffrey Lee Pierce decidió asentarse en Inglaterra para centrarse en su carrera en solitario. Acompañado de John McKenzie al bajo, Andy Anderson (que había dejado The Cure unos meses antes) a la batería y Murray Mitchell al saxo, se embarcó en la grabación del que sería su primer disco en solitario,
Existen discos igual de buenos que «A Single Man» de Elton John pero no mejores. Llegué de un modo extraño a este álbum, el primero en el que las letras no eran de Bernie Taupin. Fue por uno de esos insospechados y maravillosos errores de fabricación: un ejemplar de «Crisis, what crisis?»