Ted Russell Kamp desgranó anoche junto a su espléndida banda una docena y media de canciones rockeras, con absoluta entrega y precisión, en la madrileña sala Clamores. Algunas procedían de su larga trayectoria sobre las tablas y estudios de grabación, como las iniciales Paid By the Mile, Hobo Nickel o Home Away From Home, con frescas relecturas de las miradas tradicionales en el género.
Manolo Fernández, legendaria alma mater de Radio Con Botas, abrió la sesión musical resaltando la estatura de Ted Russell Kamp en el mundo de la “Americana”, categoría que viene como anillo al dedo para definir el estilo de este neoyorquino afincado en California, concretamente en Los Ángeles.
El músico está de visita por el viejo continente para presentar su nuevo disco California Son, recién salido del horno y con banda completa formada por magníficos instrumentistas repescada en tierras europeas, como el eficacísimo Mika Tuokkola, más conocido como Tokela, cuyo parecido al protagonista de la película La Princesa Prometida, Cary Elwes, llamaba la atención.
Pudieron disfrutarse, y bailarse, un puñado de canciones del nuevo disco alumbrado por el habitual bajista de la banda de Shooter Jennings. La propia California Son (primer single, homónimo), One Word at a Time, Shine On o The Upside to the Downslide serpentearon por el repertorio, con valiosos punteos de los guitarristas y espléndida sección rítmica.
Ted Russell Kamp necesita explicarse más allá de sus creaciones musicales. Se explaya con serenidad hablando sobre el peso de los históricos (Dylan, Band, Leon Russell, Nat King Cole…) y el significado profundo del viaje, de la carretera, para el devenir de los artistas consagrados al sonido. Con cariño habla de Madrid y cita a Levon Helm en The Last Waltz; parafraseando al batería de Arkansas, explica al público que “Madrid es una dosis para adultos”.
Dos piezas las interpreta solo, a capella, con su bajo y una voz espléndidamente modulada. Momentos emocionantes que apenas dan tregua al chaparrón de buena música que brota de la banda, con tintes sureños, rockeros, countrys y, por encima de todo, auténticos.
Ted Russell lleva una docena de discos propios en los últimos veinte años. Sigue de gira permanente. Hoy cierra su paso por España con un concierto en Santander, tras actuaciones en Barcelona, Bilbao, Valencia, Zaragoza y Madrid. Su paso por nuestro país ha dejado una agüita muy refrescante, en pleno abril, mes que los romanos bautizaron como “aprilis” porque en estas semanas se abren las flores. Pues eso, fragancias americanas que alegran los oídos abiertos.
Texto Miguel López. Fotos Ana Hortelano. Vídeos A. Hortelano y Carlos Pérez Báez.